Cuando las comidas principales no logran cubrir sus requerimientos en nutrición, es una buena idea preparar refrigerios que les ayuden a tener la energía que necesitan en su día a día. ¡Sigue leyendo!
Las meriendas o refrigerios son importantes para cubrir las necesidades de nutrientes y calmar el hambre si los niños la sienten. Si se encuentran entre los 6 y los 12 años son aún más convenientes porque, al estar en etapa escolar, es necesario brindarles comidas que contribuyan a que sus procesos de aprendizaje sean efectivos.
Al cumplir el año, los pequeños deben recibir al menos cinco comidas al día: tres principales y dos complementarias. Además, los nutricionistas recomiendan ofrecer más snacks salados que dulces para evitar el consumo alto de calorías y proteger sus dientes de las caries.
Descubre en esta nota por qué son tan importantes las meriendas y algunas recetas prácticas, nutritivas y fáciles de hacer.
¿Qué aportan las meriendas a la alimentación de los niños?
Los nutrientes de los alimentos que consumimos se convierten en energía para nuestro cuerpo. En el caso de los niños, ellos necesitan mayores reservas para aprender, jugar, interactuar y recrearse. Por esta razón, juegan un papel crucial en sus procesos de crecimiento y desarrollo al proporcionar lo que se requieren para cumplir con las tareas diarias.
Por otro lado, si tu hijo es deportista, las calorías que gastará en cada entrenamiento exigen que consuma meriendas con un mayor aporte nutricional. En estos casos se busca obtener una reposición de nutrientes a través de alimentos que no contengan porcentajes altos de azúcar, sodio o grasas saturadas.
Otra ventaja de los refrigerios es que contribuyen a que los niños construyan una relación más sana con la comida, esto ocurre cuando identifican en qué momento están llenos, cuándo deben beber agua y en cuáles situaciones es necesario comer algún bocado adicional, sin incurrir en ingestas grandes o innecesarias.
¿Qué debes tener en cuenta en los refrigerios?
Ya sean para el colegio, un entrenamiento deportivo o una sesión de estudio, las meriendas son un descanso en la rutina de tu hijo, pero también se convierten en una manera práctica de incrementar la ingesta de nutrientes que necesita tu pequeño. Para que construirlas no sea complicado, ni te tome mucho tiempo, sigue los siguientes consejos:
Cuida las porciones:
Dale a tu hijo la cantidad que indica el producto o la medida que te haya recomendado tu nutricionista. Si decides ofrecerle un vaso de MILO® es conveniente que cumplas con el número de cucharadas que dice el empaque, así respetarás estas proporciones y ofrecerás menús más balanceados.
Elige variedad:
Ofréceles la mayor cantidad de grupos de alimentos, esto hará que ellos obtengan los nutrientes que necesitan a través de cada bocado. Al poner en práctica este consejo cumples con dos objetivos: combatir el hambre y alcanzar los requerimientos diarios.
Reemplaza alimentos cada vez que sea posible:
A los niños les suelen agradar los sabores dulces. Por eso, no pierden ocasión para probar alguna golosina nueva. Una manera sencilla de cambiar estos productos es ofreciéndoles una fruta o dátiles que tienen azúcar naturalmente, pero son mucho más nutritivos. Un banano, una rodaja de piña o una pieza de melocotón son buenas opciones de merienda.
Promueve la hidratación:
Puedes elegir un vaso de leche achocolatada MILO® para el desayuno o el receso de las tardes, así les darás un sabor que les encanta y que aporta a su nutrición gracias a los minerales y vitaminas que contiene. Pero, el resto del día es mejor que el niño elija como bebida el agua, no solo es fundamental para los procesos de su organismo, sino que también ayudará a que no confunda la sed con hambre.
¡Sorprende a tus hijos con estas meriendas!
Al preparar una merienda los padres buscan que sean deliciosas, pero sencillas de hacer. A través de las ideas que nombraremos a continuación, verás que no se necesita de mucho tiempo y que incluso puedes elaborar recetas que te durarán para varios días. ¡Conoce algunas alternativas interesantes!:
1. Papas caseras
Son una excelente opción para toda la familia. Solo necesitas media taza de papa cortada en rodajas muy finas. Luego, colócalas en una refractaria, añade una cucharadita de aceite de oliva, especias y sal. Hornea hasta que estén crocantes y listo, una merienda deliciosa para las tardes de estudio.
2. Tostadas
A media mañana puedes darle a tu hijo un refrigerio rápido, pero delicioso. Toma una tostada integral, colócale un poco de tomate por encima, añade hierbas para que tenga más sabor y como toque final pon un huevo cocido o un aguacate.
Es una forma diferente de incluir los vegetales en su alimentación. Para que sea atractivo para tu hijo deja el huevo en el término que más le gusta.
3. Yogur con acompañamientos
Es una combinación que está lista en minutos y que de seguro le gustará muchísimo a tu hijo. En la medida de lo posible, elige yogur griego, ya que tiene menos azúcares añadidos. Sirve dos cucharadas en un plato, añade un puñado de frutos secos (puede ser maní, almendras, nueces, avellanas, entre otros) y para complementarlo pica un poco de su fruta favorita, el kiwi o las fresas son opciones que le darán frescura a la preparación.
4. Mini almuerzo
Una combinación práctica pero muy nutritiva y deliciosa. Toma un poco de arroz cocido, mézclalo con media taza de atún y haz una ensalada para acompañarlo. Puedes mezclar apio, maíz, tomate y aceitunas para hacer una preparación llena de sabor, textura y colores. Para que los vegetales los reciba con gusto, mézclalos con fruta o elabora una vinagreta casera. Pruébalo e incluye más recetas saladas en sus meriendas.
¡Intenta alguna de estas recetas y cuéntanos qué te parecen! Recuerda, cada alimento que le proporcionas a tu hijo es una manera de nutrirlo y brindarle toda la energía que necesita para su día a día. Procura preparar menús balanceados, sin restricciones y acordes con su etapa de crecimiento.
Un dulce de vez en cuando no está mal, pero debes enseñarle que existen límites y que hay opciones que le ayudarán a crecer fuerte y sano. Asimismo, intenta elegir productos que le aporten algo más a su nutrición y que estén enriquecidos con minerales y vitaminas importantes para su crecimiento. MILO® es el único modificador de leche con ACTIV-GO, un exclusivo componente que ayuda al funcionamiento normal del sistema inmune, la activación muscular y el correcto metabolismo de la energía.
¡MILO® te da energía, la meta la pones tú!
Fuentes:
https://kidshealth.org/en/parents/snacking.html